Perdóname,
si esta vez no te espero a que llegues
sentada en la puerta con el alma abierta,
si no importa que digas el nombre
de quien te acompaña las noches enteras,
si prefiero que no me menciones,
si al buscarme ya nunca me encuentras.
Perdóname,
si he devuelto uno a uno los besos
que ayer me supieron a amor de trastienda,
si vacié todas esas palabras
que llenan discursos sin pies ni cabeza,
si prefiero que ya ni me nombres,
si te cierro de un golpe la puerta.
Aprendí a dejarme escapar,
a volver a empezar,
a sentirme más fuerte
y me fui descosiendo tu voz,
cuidando mi dolor,
haciéndome valiente.
Y me equivoqué,
tal vez fue una locura quererte buscar a deshora
tenerte presente,
yo no puedo ser piedra y lo sabes ,
no puedo callarme por más que lo intente.
Hoy te pido que ni me menciones,
no me quieras doler, ni te acerques.
Aprendí a dejarme escapar,
a volver a empezar,
a sentirme más fuerte
y me fui descosiendo tu voz,
cuidando mi dolor,
haciéndome valiente.
Cuantas noches de idas y venidas,
que loca la vida jugando al recuerdo.
Cuantas veces a solas contigo,
con tu amor que no llega al estreno,
permitiendo los besos desnudos
que sin más excusas dejamos a medias.
Como duele un espacio vacío,
cuanto tiempo ni tuyo ni mio, que al pasar nos consuela...
Aprendí a dejarme escapar,
a volver a empezar,
a sentirme más fuerte
y me fui descosiendo tu voz,
cuidando mi dolor,
haciéndome valiente.