Tu cuerpo, agonía
de sombra en el agua,
se rompe en orillas
de playas cansadas.
Mi cuerpo, con prisa
de arena mojada,
se seca enseguida
y esconde la cara.
Tu cuerpo no es vida,
es muerte animada,
silueta movida
por líquidas llamas.
Mi cuerpo, ceniza
que ardió en tus entrañas,
ceniza, semilla,
semilla de nada.